La tela la cortamos en tiras, la doblamos o hacemos un churro.
La tapa de la lata le hacemos un agujero para que expulse el humo.
Aconsejable hacerlo en un lugar fuera de la vivienda, teniendo toda la prudencia para no tener un accidente o pasar un mal rato.
Una vez deje de salir humo y se apague la llama que sale por el orificio de la tapa, está listo nuestro algodón carbonizado.
Sólo falta esperar que se enfríe la lata para ver el resultado
La demostración
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